viernes, 21 de junio de 2013

comimos, vimos la película, y dormimos como angelitos, como si el sueño nos dominara siempre. Dormimos tanto, que si, nos quedamos más dormidos de lo que estábamos, pero fue tan lindo. Me desperté a las cinco de la mañana, casi, y pensaba que esto lo había soñado en mis sueños más locos, porque alguna vez con alguien tenía que pasar. Aunque no fue en una cama con sábanas blancas, con gotitas chiquitas del rocío
, ahí el rayito de sol entrando fuertemente por la ventana, fue diferente, pero lindo, y pasó. No pasó nada de otro mundo tampoco, pero lo que tanto pensaba de haber visto tantas películas, de ser tan peliculera, pasó de alguna forma u otra. Nada es muy estúpido escribir de esto, pero a veces me hago pensar de que lo quiero, y cada día un poquitito más.